
Peñarol intentó revertir el 5-0 sufrido en Río de Janeiro en la segunda semifinal de la Copa Libertadores ante Botafogo. Con un Centenario colmado y el apoyo ferviente de su hinchada, los charrúas lucharon por el milagro, pero el equipo brasileño mantuvo el control y aprovechó los errores del Carbonero.
La hinchada de Peñarol se hizo sentir con un espectáculo similar al de River Plate en Núñez, animando a su equipo para intentar la épica. En el primer tiempo, Jaime Báez sorprendió con un golazo que encendió el estadio. Minutos después, un cabezazo de Guzmán Rodríguez casi amplía la ventaja, pero el palo le negó el segundo grito.
Al cierre del primer tiempo, el arquero Washington Aguerre fue expulsado tras un incidente con John, dejando a Peñarol con un jugador menos. Sin embargo, los charrúas no bajaron los brazos: Jaime Báez volvió a marcar tras un rápido tiro libre, estableciendo el 2-0 y dejando al Centenario en plena ilusión. A pesar de la expulsión de Mateo Ponte, Peñarol siguió luchando, pero la entrada de Thiago Almada selló el descuento para Botafogo, apagando las esperanzas uruguayas.
Finalmente, Facundo Batista anotó el 3-1, y Peñarol cerró su campaña con orgullo. Botafogo, por primera vez en su historia, disputará la final de la Libertadores el 30 de noviembre ante Atlético Mineiro, en un duelo de equipos brasileños.